El chiste de Martín
Un buen chiste, para empezar la semana...
UNA HISTORIA QUE PUEDE SER LA TUYA
Un viejito muy viejito decide ir a vivir el resto de sus días en un geriátrico. Como tenía guita, elige uno deslumbrante, con muchos jardines y habitaciones de todo lujo. Después de entrar, habla con el director de tan lujoso lugar: —Venga usted, abuelo, le enseñaremos las instalaciones.
El viejito muy viejito ve la habitación que estaba fabulosa con baño incluido e instalaciones de puta madre. Lo único que le llama la atención son dos camas. El viejito, al verlas le pregunta al director: —Oiga, ¿y estas dos camas? —Eso es por que aquí se practica el amor libre. —¿Eh? —Sí, hombre, el amor libre consiste en que usted sale al pasillo por ejemplo, elige a una de nuestras enfermeras y le puede echar un regio polvo. —¡Vamos, no me joda! —En serio, abuelo, haga una prueba.
El viejito sale al pasillo y elige la mejor enfermera de todas de las que había en el pasillo, ¡con unas tetas y un culo infernal! Se la lleva a la cama y se echa el polvo, tal como había dicho el director del establecimiento. Cuando el viejo sale de la habitación, va y dice:
—¿Dónde hay que firmar? ¡Quiero ingresar hoy mismo!
El viejito firma el contrato, paga y cuando está bajando las escaleras para irse a su casa a buscar sus cosas, se le cae el bastón y cuando va ha recogerlo, viene por detrás otro viejo y... ¡track! . —¿Qué estás haciendo, desgraciado? —Es que acá es el amor libre. —Eso no puede ser, ¡ahora mismo rompo el contrato!
El viejito muy viejito vuelve para ver al director: —¡Quiero romper el contrato! —¿Por qué?— pregunta el director. —Es que polvos podré echarme como máximo dos por año... ¡pero el bastón se me cae cuatro veces al día!