Femicidio en Corrientes: Declaró la madre de Irina, la joven muerta en un inquilinato
En sala de audiencias del Tribunal Oral Penal 1 se desarrolló la segunda jornada de debate por la muerte de una quinceañera, Irina L., ocurrido el 2 de enero de 2018, en una habitación de un inquilinato ubicado en el barrio capitalino San Marcos.
En la oportunidad fueron cuatro los testigos citados, entre ellos dos efectivos policiales, personal de salud del 107 y la madre de la menor de nombre Griselda, quien aseguró que a su hija le gustaba Wenderson De Souza, el acusado, pero que no eran pareja.
Sin dudas, la declaración de la progenitora dio detalles de lo ocurrido esa tarde. Dijo que su hija menor buscó a Irina L. porque su bebé estaba llorando, por lo que debía darle de mamar. En el lugar se encuentra con C. Santana, mujer de nacionalidad brasileña, quien le dice (de malas maneras) que Irina fue a comprar carne. Momentos después, quien pregunta por la joven es su madre, a quien nuevamente responde lo mismo, sin saber que su hija estaría siendo abusada en la habitación que ella alquilaba.
Griselda contó también que fue su hija menor quien le gritó que a Irina algo le hicieron y fue cuando llegó a la "pieza" en la que estaba sin ropa, ensangrentada y sin vida.
"Sin dudas, Santana fue encubridora pero también partícipe primario de la muerte de la joven, porque sabía que cuando era buscada por su madre, estaba en su habitación con más de un muchacho. Ella facilitó el lugar", dijo desde la querella a diario época, Salvador Pischeda.
Respecto a la situación legal de Santana, Pischeda recordó que en una primera instancia tuvo como resultado el sobreseimiento en el caso, pero un año después el Superior Tribunal de Justicia ordenó nuevamente la investigación del caso, por lo que espera que sea vinculada a los hechos.
El juicio continuará el próximo jueves 23, a las 8, en el que se espera la presencia de tres testigos.
Cabe recordar que dos de seis brasileños estuvieron sospechados por la violación que derivó en el homicidio de la quinceañera. El hecho se produjo en enero de 2018, en un pensionado del barrio capitalino San Marcos, en el que Irina vivía con su hijo de pocos meses, su madre y una hermana. Los brasileños eran vecinos de estas mujeres. Según se pudo comprobar, Irina fue penetrada por ambas vías y a raíz de esto se abrió una herida que tenía por haberse practicado una cesárea. Murió desangrada en una habitación en la que había preservativos y un colchón manchado con sangre.