Orgullosamente… empleado municipal

Orgullo y hasta cierta vergüenza al igualarme laboralmente con quienes lo son mucho más que yo… esos que se rompen el lomo barriendo, levantando lo que otros tiran, ordenando el tránsito, o limpiando zanjas.
Orgullo… que trasciende lo estrictamente político, ya que en el devenir de mi “empleo municipal” tuve como Intendentes a Nora Nazar, Carlos Vignolo, Camau Espínola, Fabián Ríos y ahora Eduardo Tassano.
Todos pasaron, con su impronta… sus ideas. Y ahí están (estamos) los empleados municipales.
Orgullo… que sienten solamente los que compartimos este trabajo. Es que estoy plenamente seguro –con el absoluto respeto a otros laburantes- que nadie se siente tan consustanciado y relacionado emocionalmente con su trabajo como el agente comunal.
Transpiramos la camiseta… y esto es literal: solo resta observar a quienes deambulan la ciudad haciendo propio lo que otros tal vez miran desde lejos. Y más: mis compañeros y compañeras hasta deben “aguantarse” la injusta reacción de algunos que nos califican de “zorros coimeros”… o “basureros sucios”… o “haraganes de las delegaciones”.
Orgullosamente municipal… recibiendo y atendiendo como nadie a los pequeños que quedan en los mitaí…
Orgullosamente municipal… levantando bolsas de cosas que otros tiran.
Orgullosamente municipal… tratando de ordenar el caos vehicular provocado por la irresponsabilidad e impaciencia de los conductores.
Orgullosamente municipal… atendiendo con poco y nada a quienes vienen llegando de urgencia las salas.
Con la camiseta puesta… a todos, feliz día del empleado municipal!!!