Se cumplen 33 años de la visita de Juan Pablo II, el santo que pisó Corrientes
Fue un hecho histórico que se mantiene nítido en la memoria de los correntinos. Recursos de aquel día lluvioso de 1987.

Un lluvioso 9 de abril de 1987, el papa Juan Pablo II llegaba a Corrientes. El Sumo Pontífice, hoy santo, fue sin lugar a dudas la personalidad mundial más importante, de nuestro tiempo, que pisó suelo correntino. Se cumplen hoy 30 años de aquella histórica visita que conmovió a toda la región y revivió la gran devoción mariana del pueblo correntino. La intensa lluvia de aquel día dio un marco especial a aquella jornada en que los correntinos estuvieron con la fe a flor de piel, en una muestra de religiosidad popular que no volvió a ocurrir.
La Conferencia Episcopal Argentina distribuyó las visitas en todo el país, y no fue casualidad que en el Nordeste eligieran a Corrientes. La provincia fue elegida por su antigüedad, porque viene del proceso de evangelización española del siglo XIV, por la devoción a la Virgen de Itatí, que es junto a la Virgen de Luján la más antigua que se venera en Argentina, comentó a NORTE de Corrientes Juan José Laprovitta, quien fue secretario de Culto de la Presidencia de la Nación en aquella época.Tenía una fortaleza impresionante.
Recorrió las principales capitales del país. Fue para los correntinos un gran honor que trascendió el tiempo, agregó. Sólo cinco horas y media estuvo el Papa en Corrientes, pero dejó una huella imborrable. Tiempo suficiente para que quienes estuvieron allí, empapados también de fe, se emocionen al recordarlo.
Emoción que brota no sólo por aquella presencia del Santo Padre -el primero no italiano en la historia vaticana, que arrastraba una historia dura marcada por la guerra, que fue obrero en una cantera de piedra primero y luego en una fábrica química, y que había sufrido un atentado-, sino por la misma multitud y las manifestaciones de fe, que fueron tan intensas, por lo que no sólo los cristianos guardan en su memoria aquella jornada.
La avenida 3 de Abril fue epicentro de ese día, donde más de 300 mil personas concurrieron al oficio religioso que Karol Wojtyla ofreció en un altar levantado para la ocasión. La multitud no sólo estuvo presente durante la misa. Miles personas de todas las edades recibieron a las 9 al Papa en el aeropuerto Piragine Niveyro. Cumplido el protocolo, Juan Pablo II subió al papamóvil y recorrió las calles de la ciudad.
Era un día que llovía tanto, y a pesar de ello el Santo Padre estaba frente a miles de personas, en Corrientes. Fue algo extraordinario y emocionante, ver cómo el pueblo aguantó estoicamente, comentó a este diario Alberto Forastier, que era director de Ceremonial y Protocolo del Gobierno provincial. Fue una bendición para todos, con su actitud bondadosa no tuvo problemas en continuar a pesar del clima.
En un momento comenzó a romperse el techo del escenario, el agua caía encima de él y nosotros tratábamos de atajarla como podíamos. El decía que la lluvia era una gracia de Dios, un bautismo, agregó. La imagen de la Virgen de Itatí fue trasladada desde esa localidad y colocada a un lado del sucesor de Pedro, quien en la oportunidad destacó la devoción hacia la Virgen Morena: Hoy está también entre nosotros la imagen de María, que ha llegado desde su santuario de Itatí, verdadero centro espiritual de todo el Litoral. Mi ánimo se llena de gozo y de agradecimiento al Señor, al considerar que, a lo largo de los siglos, los hijos de esta tierra han sabido hallar en la Virgen la guía y el modelo seguro para seguir a Jesús.
Aquel acontecimiento no tuvo precedentes en la provincia. Tiempo después San Juan Pablo II fue homenajeado al ser bautizado con su nombre el hospital pediátrico y parte de la avenida costanera. Además, es el santo patrono de la comunidad católica de las 550 Viviendas del barrio Pirayuí, cuyo día litúrgico es el 22 de octubre.