Diatriba por la amistad
Me tomo estos minutos para hablar de lo que tanto se habla en un día como hoy y de lo que tanto no hay de cierto, en una fecha cómo está. Al menos para mí. Porque el que cree que todo aquel que dice seguir de manera virtual o le pide amistad, es su amigo o amiga, no tiene ni la menor idea de que se trata semejante culto de un veinte de julio.
¿Dónde se ha visto que alguien solicite ser amigo o amiga, y del otro lado lo acepten? ¿Desde cuándo la amistad es una transacción regida por imágenes plagadas de pulgares levantados o corazones gustosos? Ni hablar de los que llaman amigo a uno para manguearte un pucho, un mango o lo que fuere. Que te mangueen, es aceptable pero que te digan "ey...amigo.." me parece un poco mucho.
Sumemos a la lista a los que se hacen amigos o amigas tuyos y tuyas (y tuyes) por qué les interesa lo que hacés. El interés en este caso, supera al capital y ya sabemos cómo termina la historia.
Figuran también las amistades de antaño con las que nunca más uno o una se dirigió la palabra: aquí los nostálgicos solemos caer en el error de pensar que el tiempo no pasó. Y pasa que cuando te encontrás, del otro lado no te dan ni cinco de bola. O el abrazo que te brindan, es más frío que heladera.
Algo más: los amigos con derecho...vieja manera o modo de disfrazar las ganas que se le tiene a alguien, poniendo a prueba su amistad y sugiriéndole que por nada del mundo puede enojarse, calentarse o molestarse después de encamarse.
Sigo con los que tienen distintos grupos de amigos: sabrán disculpar a este arcaico, pero muchísimas veces esos "grupejos" son solo una dulce compañía de oficina, de hobby o de la nada misma. En este caso, ¿vale llamarlos amiges, o son solamente compañeros, (y no necesariamente justicialistas)?
Seguramente si lo pensamos vamos a hallar otras tantas variantes distorsionadas de la amistad. Entre ellas, las invisibles, que me parecen por demás absurdas si no logran siquiera visibilizarse. O el mismo perro, que capaz ni te elije si pudiera.
Y no hablar del tal Jesús que se banca todo según dicen. Y cómo se banca, los que creen, se aprovechan de su nobleza y su perdón para hacerle la santa vida imposible.
Tengo la bendita suerte de contar con amistades a las que quiero y en las que creo. A las que elijo sin decirlo y viceversa. En las que confío y siento que es recíproco. Para ellos y ellas que saben quiénes son, un muy pero muy feliz día.
Quiero a cada uno con todo mi ser. Gracias por estar aun cuando yo no estoy. Y de rebote también quiero decirles feliz jornada, al resto de los mortales que me saludan o saludarán. Vaya para ellos todo mi particular afecto, resumido en uno de esos "me gusta" que tanto les copan.