
Autor
Las víctimas son los muertos y sus familias
Hoy debería comenzar el juicio a los acusados del derrumbe en el Cambá Cuá. Los antecedentes no transmiten tranquilidad a las familias. Menos aún, la presentación de uno los acusados. Sólo los magistrados pueden decidir quiénes son víctimas y quiénes victimarios.

Estamos a casi diez años del derrumbe que se llevó la vida de ocho trabajadores de la construcción. Los familiares esperan la oportunidad para que cada parte tome el lugar que la tragedia le dio.
Desde el vamos, no será posible porque los acusados estarán de forma virtual. Las familias se enteraron 24 horas antes de comenzar el juicio. Que el escaso tiempo de notificación no haya sido utilizado para forzarlos a aceptar el inicio con la necesidad de hacer justicia. Y así evitar que juegue "una mala" pasada a los interesados en esa modalidad.
Las aperturas de la incipiente postpandemia son evidentes, incluso en la Justicia. De todas formas, podría haber razones suficientes por la cantidad de actores y, por ello, la necesidad de restricciones sanitarias.
Las sorpresas colmaron la paciencia de los afectados. Tan sólo hay que recordar el duro camino transcurrido hasta ahora que llevó a decaer los ánimos de algunos de ellos. Situación entendible, pero no razonable para evitar su "molesta" presencia.
En la suspensión anterior plantee la necesidad de encontrar el ámbito adecuado. El tiempo transcurrido, desde el fallido comienzo hace dos años, pareciera no haber alcanzado para evitar la virtualidad.
Es un juicio que necesita tener frente a frente a todas las partes. Las familias quieren observar la reacción presencial de los inculpados. No merecen verlos en una fría pantalla que podría "maquillar" sus reacciones. Incluso, beneficiaría a los últimos mostrando la reacción más humana de cualquier acusado: el arrepentimiento.
Los antecedentes sobre el inicio llevan a mantener el potencial hasta el mismo momento que el tribunal declare abierto el juicio. Más aún, cuando uno de los procesados solicitó volver a posponer por supuestas secuelas psicológicas personales.
Más allá del carácter humanitario que asiste cualquier acusado y/o condenado, y lo garantiza la normativa vigente, es necesario tener en cuenta que las únicas víctimas son los muertos y sus familias.
No deja de llamar la atención la fecha en que dará inicio el juicio oral. Llevará varios meses y, desde el vamos, se puede pensar que los procesados se beneficiarían con las vacaciones de verano antes de su conclusión. A no ser que la Justicia correntina sorprenda con medidas que garanticen el inicio y final antes de la feria de fin de año.
Una nueva suspensión sólo sería "una burla y una cachetada a los familiares", dijo María Rosa Urbina en diálogo con Radio Dos. Por eso, son horas decisivas y pesa, sobre los magistrados, la responsabilidad de trasmitir confianza en el sistema.
También una señal clara de tranquilidad a los miles de trabajadores de la construcción que después de lo ocurrido siguen sufriendo la inseguridad laboral. Desde el 22 de marzo de 2012 a hoy, se registraron varias víctimas en toda la provincia.
En 2019 sostenía que era la oportunidad del Poder Judicial para transmitir, sin interferencias, la independencia que todos anhelamos. Los jueces deben ser conscientes que se trata de la "carencia" más observada por la población y la generadora de la "incómoda" imagen registrada por las consultas de opinión.
Es un juicio que debió realizarse hace tiempo porque la instrucción finalizó a menos de dos años de ocurrir la tragedia. La mora judicial es conocida y argumento válido aunque en este expediente pareciera exceder sus causas reales.
Por eso, surgieron diferentes sospechas en abogados querellantes y familiares. Piensan que durante siete años no se resolvió el fondo de la cuestión sino presentaciones, de abogados defensores, casi convertidas en estrategias dilatorias.
El resultado del juicio será una oportunidad para el Poder Judicial de Corrientes. Por más que parezca una frase de actor político, es importante no defraudar a los muertos (que merecen descansar en paz) y tampoco a sus familiares y a la sociedad en general.
Fuente: Diario época